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Conociendo: Alejandro Aravena

Conociendo: Alejandro Aravena

14/01/2016

Esta semana en Conociendo…, os presentamos a Alejandro Aravena, el flamante ganador de los premios Nobel de Arquitectura, los Premios Pritzker edición 2016. Premio merecido por su capacidad de ampliar el campo de acción del arquitecto para concretar soluciones que permitan mejorar los entornos urbanos y hacer frente a la crisis mundial de vivienda. Aravena es el 41º galardonado y el primer chileno en recibirlo, tras el mexicano Luis Barragán (1980) y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006).

Alejandro, junto con sus socios Gonzalo Arteaga, Víctor Oddó, Juan Cerda y Diego Torres, forman el estudio de arquitectura ELEMENTAL. Con una nutrida producción de obras privadas, públicas y educativas en Chile, Estados Unidos, México, China y Suiza, se involucran en el ámbito de las políticas públicas habitacionales y toman las reglas del mercado como una oportunidad de generar un impacto real y de gran alcance.

El galardonado, da oportunidades económicas a los menos privilegiados, mitiga los efectos de desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacios públicos de bienvenida. Innovador e inspirador, muestra cómo la mejor arquitectura puede mejorar la vida de la gente. Fue el caso de la reconstrucción de la ciudad chilena de Constitución que en 2010 resistió bien a un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter y mal al posterior tsunami. ELEMENTAL consultó con los ciudadanos y propuso recuperar espacio para blindar la urbe ante futuros terremotos. En lugar de resistir con muros, idearon un espacio público capaz de disipar la energía sísmica con la fricción de los nuevos parques. Autores de regeneraciones urbanas, como el Parque Periurbano de Calama (que rodea con una arboleda la ciudad minera para producir sombra, duplicar el espacio verde y frenar el polvo del desierto) y de edificios emblemáticos (mayormente universitarios levantados en Santiago, Austin (Texas) o Shanghai) que combinan valor representativo con eficiencia energética, su mayor aportación está en su capacidad para trabajar desde la escasez.

Con Aravena, el Pritzker intenta recuperar el peso social de la profesión, alejándose de grandes obras como museos, de óperas y de rascacielos, en grandes ciudades como Nueva York, Berlín o Shanghai.

Fuente: Texto/Imagen